miércoles, 23 de mayo de 2012

Casar de Burbia pone en marcha un innovador proyecto de investigación sobre la influencia del oxigeno en el vino

“ El oxígeno es el peor enemigo del vino” pero “es el oxígeno el que hace grande un vino, es la influencia del oxígeno lo que le hace envejecer” (Louis Pasteur)


Sin duda gestión y control del oxígeno durante durante las diferentes etapas de la vinificación es uno de los puntos donde más se han centrado los esfuerzos en investigación y desarrollo en el mundo de la enología.

La influencia del oxígeno en el proceso de elaboración y envejecimiento de un vino es muy importante e incide directamente sobre la calidad del mismo. Por ese motivo, el enólogo debe gestionar y controlar el aporte del mismo en los diferentes momentos, en función de las necesidades específicas de cada vino y los resultados finales que se desean obtener.

Un aporte en exceso de oxígeno conllevará un envejecimiento prematuro del vino, con una evolución evidente que se hará notable por la evolución del color y la pérdida de algunos aromas del mismo, así como la evolución de otros. Sin embargo, un aporte de oxígeno controlado y en pequeñas dosis favorecerá el envejecimiento del vino, la estabilización del color y la estructura del mismo, así como un control óptimo de las reacciones y procesos oxido-reductivos que ocurren en el vino durante su crianza.

En Casar de Burbia queremos centrar nuestros esfuerzos en una etapa fundamental de control y gestión del oxígeno, aunque no por ello muy conocida y estudiada hasta el momento. Nos referimos a la etapa de embotellado y posterior maduración en botella. Nuestro objetivo es profundizar en el conocimiento del comportamiento del vino tras el embotellado, poder conocer el efecto del oxígeno y los diferentes tipos de cierre utilizados sobre la evolución del mismo, y determinar el momento óptimo de consumo de nuestros vinos, además del potencial de envejecimiento o longevidad en botella de los mismos.



Para ello, hemos diseñado un proyecto de investigación con una duración de tres años, en el que se estudiará el efecto del aporte oxígeno durante la etapa de embotellado del vino y su posterior evolución en botella, así como la posible influencia de diferentes tipos de tapones utilizados para el cierre de los vinos. En este proyecto participarán importantes empresas y especialistas del sector. Entre ellos, cabe destacar la colaboración de Laboratorios Excell Ibérica, o la empresa corchera Amorim  que, a través de su departamento de Calidad, Investigación y Desarrollo, participará en el proyecto aportando su conocimiento y experiencias previas en este campo.

Durante el  proyecto, diferentes vinos de Casar de Burbia serán embotellados con varios tipos de tapones diferentes, y se estudiará oxígeno disuelto y el perfil aromático del vino con una periodicidad regular desde el mismo momento la evolución del del embotellado . A estas analíticas y otro tipo de pruebas de carácter físico-químico, se añadirá la voloración organoléptica del vino a través de paneles de cata en diferentes momentos, con la participación del departamento técnico de nuestra bodega así como otros asesores expertos y colaboradores del proyecto.

martes, 1 de mayo de 2012

Casar de Burbia estudia en un proyecto de I+D el perfil aromático de la variedad mencía

En Casar de Burbia somos conscientes de la importancia de avanzar en el conocimiento del comportamiento de nuestra variedad autóctona, la mencía , y de mejorar en nuestro proceso de elaboración para intentar conseguir vinos mejores año tras año. En este sentido, a los conocimientos adquiridos en relación a nuestra experiencia día a día trabajando con la variedad se suma la base de conocimiento científico que aportan los diferentes estudios de I+D+I en los que venimos participando desde hace años.


Actualmente, trabajamos en un proyecto avalado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) en el que uno de los objetivos es avanzar en el conocimiento el perfil aromático de la variedad mencía. En este punto se centra el proyecto que estamos desarrollando, en concreto estudiaremos el efecto de la crianza en barrica y la posterior evolución en botella sobre el perfil aromático de la variedad. La crianza en barrica modifica de manera importante el perfil aromático y la composición del vino. Nuestro objetivo es cuantificar estos cambios, comprender más a fondo los mecanismos por lo que esto ocurre.  Los trabajos relacionados con este estudio comenzaron en el año 2011 y concluirán en el  2013.

La bodega cuenta con una sala de 300 barricas y 2 tinos de roble francés de 5.000 litros, la gran mayoría de origen francés.



En la fase previa se han realizado diferentes series de catas organolépticas sobre el vino de la cosecha 2010 durante el proceso de crianza en barricas. El objetivo fue determinar, dentro del parque de barricas, cuáles son las que mejor comportamiento muestran en la elaboración de los vinos con la identidad y filosofía propia que Casar de Burbia trata de transmitir.
Con los resultados obtenidos, se han seleccionado barricas de pequeñas tonelerías francesas para comenzar el estudio detallado del perfil aromático durante la crianza de uno de nuestros vinos de alta gama en la cosecha 2011. Estas barricas presentan diferentes características, y veremos la evolución del mismo vino en cada una de ellas. En concreto, las variables que serán objeto de estudio son las siguientes:

Origen de la madera: se compararán barricas de roble de la especie Quercus Petraea pero con origen en los bosques de Nevers, Allier y centro de Francia.

Volumen: en este caso se estudiará la modificación de perfil aromático en barricas de 225 litros, 400 litros y 600 litros. El tipo de tostado, tiempo de secado origen de la madera y tamaño de grano es el mismo para estas barrica de distinto volumen. Por otro lado, estudio en este apartado se completará con los resultados que se obtengan en la crianza de este mismo vino en un tino de madera de origen francés de 5000 litros de capacidad.
Tipo de tostado: se evaluará la influencia de un fondo tostado o sin tostar de diferentes barricas de roble de 225 litros, manteniendo constantes el resto de variables que pueda influir sobre el perfil aromático del vino (tipo de grano, origen, volumen, tiempo de secado,…)

En cuanto a los parámetros analíticos que se analizarán en este proyecto, teniendo en cuenta las principales familias de compuestos relacionados con el aporte aromático de las barricas de roble, serán los siguientes:
 
Aldehídos furánicos: principalmente furfural y furfuraldehido. Aparecen en las barricas por procesos de pirolisis de la madera, principalmente como consecuencia de la degradación de la celulosa y hemicelulosa. La extracción es fácil en medio hidroalcohólico, como es el caso del vino. Aportan aromas característicos de caramelo y almendras. Sin embargo los umbrales sensoriales de percepción de estos compuestos son relativamente altos y suelen encontrarse en los vinos en concentraciones inferiores.

Lactonas del roble: nos referimos en este caso a las whisky-lactonas, con su aroma característico a coco, vainilla, roble. Ese compuesto puede llegar a encontrarse en los vinos con valores muy superiores al umbral sensorial de percepción ejerciendo además importantes efectos sinérgicos con la vainillina.
Aldehídos fenólicos: dentro de este grupo debemos considerar principalmente la vainillina y en menor medida el siringaldehido, ya que su umbral de percepción es demasiado alto y en general se considera muy escaso su aporte al aroma del vino.
Fenoles volátiles: se forman principalmente por la degradación térmica de la lignina durante el tratamiento de tostado de la barrica. Dentro de esta familia podemos encontrar varios compuestos de interés, como el eugenol, siringol, orto-cresol… El eugenol es quizás un compuesto de gran interés, por su bajo umbral sensorial de percepción y por aportar aromas de especia o clavo. No debemos olvidar dentro de esta familia los compuestos de tipo etilfenol, como el 4-etilfenol o 4-etilguayacol, que en concentraciones elevadas pueden suponer un defecto aromático grave, con olores que recuerdan al queso rancio, sudor de caballo,… su origen puede ser también debido al metabolismo de levaduras tipo Brettanomyces. De hecho, este es la principal fuente del origen de etilfenoles en el vino, y en muchas ocasiones esta contaminación se produce durante la crianza en barrica.
Alcoholes y aldehídos de cadena lineal: también son compuestos estudiados en el perfil aromático de un vino joven, aportando notas de tipo serrín, herbáceo o vegetal que pueden llegar a considerarse un defecto. El origen en la madera de roble puede ser debido a un tostado de poca intensidad, ya que la concentración de compuestos de este tipo (hexanal, hexanol,…) disminuye drásticamente al aumentar la intensidad del mismo.


Estos resultados  analíticos se completarán con catas organolépticas en distintos momentos de la crianza. En los paneles de cata participan profesionales con amplia experiencia en el sector y con la variedad mencía.
El proyecto se encuentra actualmente en fase de desarrollo, y recientemente se ha comenzado la crianza en barrica del vino elegido. En los próximos meses se realizará la primera serie analítica y el panel de cata correspondiente, con lo que podremos ir informando sobre dichos resultados y conclusiones parciales del proyecto.
Os próximos artículos de nuestro blog os mantendremos informados de la situación del proyecto!.