martes, 13 de abril de 2010

Casar de Burbia en colaboración con Repsol ensayan nuevos sistemas para tratamientos de viñedos

Desde hace unos años Repsol Butano, a través de su Centro de Tecnología, ha venido trabajando en nuevas aplicaciones para el campo siempre alineados con el compromiso de la empresa con la innovación, la eficiencia y respeto al medio ambiente. La línea de trabajo ha consistido en buscar alternativas de futuro a los métodos tradicionalmente utilizados en la agricultura que permitan obtener productos de la máxima calidad de forma competitiva y sostenible y que al mismo tiempo mejoren nuestra calidad de vida. Algunos ejemplos de estas aplicaciones destinadas al sector agropecuario son la Climatización de invernaderos, Deshojado Térmico, Tratamiento de Malezas por llama directa y por aire caliente, Desinfección de suelos, Sistemas Antiheladas, etc.

Para conocer de primera mano la viabilidad comercial de estos sistemas desde hace más de un año Repsol Butano ha estado desarrollando distintas pruebas de campo en distintas zonas vitivinícolas y agrícolas del España. Nuestra bodega Casar de Burbia ha establecido un acuerdo de colaboración con Repsol Butano y será la primera empresa agropecuaria de la provincia de León donde se van a ensayar algunos de estos nuevos sistemas, concretamente el Sistema del Tratamiento de malezas y el Deshojado Térmico. Por esta razón técnicos de Repsol y de la empresa fabricante de los equipos han visitado recientemente la bodega y viñedos de Casar de Burbia para dar la formación de campo a nuestro personal e iniciar las primeras pruebas para el tratamiento de malezas, primer sistema que se ensayará en las fincas de Valdepiñeiro y Valdaiga (Valtuille de Arriba, León).

Este tipo de sistemas empiezan a desarrollarse como alternativas a las imposiciones en materia de legislación ambiental provenientes de la Unión Europea: limitaciones para productos químicos y prohibición de ciertos agentes fitosanitarios y el desarrollo de la cada vez más demandad agricultura ecológica y por aplicación vinos ecológicos.

El control de malas hierbas mediante tratamiento térmico consiste en aplicar calor a las malezas que crecen en el campo de cultivo de tal manera que la intensidad del mismo y el tiempo de exposición provocan una expansión drástica del líquido (ebullición) de las células de la planta y por tanto la ruptura en las paredes sin alcanzar una combustión de la materia vegetal. De esta manera la planta se deshidrata y muere. La energía térmica se puede conseguir a través de la aplicación de llama o bien a través de aire caliente producido con GLP, el sistema ensayado en los viñedos de la bodega es el de aplicación por llama directa, más eficaz para este tipo de cultivos. 
El objetivo de los tratamientos que se plantean en estas pruebas es combatir las malezas que crecen tanto entre las líneas de cultivo y las que crecen entre las plantas del mismo.

El equipo empleado ha sido desarrollado por Repsol y fabricado por Industrias David (importante empresa del sector ubicada en la región de Murcia), definiéndose para el ancho de las viñas la estructura más adecuada. El seguimiento del sistema permitirá obtener datos para valorar la eficacia y rentabilidad de este tipo de alternativas frente a los sistemas convencionales utilizados habitualmente en la agricultura. Como comentario indicar que este tipo de sistemas no supone un deterioro en el suelo y disminuye en 3 veces la emisión de CO2

Con respecto al sistema de Deshojado Térmico que se probará más adelante, consiste en someter a la planta productiva al efecto de energía infrarroja producida por un quemador de propano. Con el paso de la superficie radiante, las hojas situadas cerca de las uvas experimentan un choque térmico (temperatura cerca de 60/70 °C) que coagula la savia y las seca. Después de marchitarse estas hojas caen a tierra dejando visibles los racimos. Las uvas, debido a su alto contenido de agua, no son alteradas y dado que no se ejerce ninguna acción mecánica quedan intactas.

Como comentario indicar que la aplicación de un sistema de deshojado aumenta la calidad de la uva y vino y en el caso concreto del térmico puede suponer un ahorro de coste operativo con respecto al método manual.